20 de junio de 2014

Religión para futuros médicos

(Publicado en Escuela el 19 de junio de 2014)
 
Nuestro sistema educativo dedica mucho tiempo a la religión. A lo largo de la escolaridad obligatoria al menos 595 horas, más de dos tercios de las 875 que tiene un curso de primaria. Parece demasiado. Eso han debido considerar los gobiernos del PP que en algunas comunidades autónomas han decidido reducir su presencia en la educación primaria en favor de materias más instrumentales. Sin embargo en la ESO y en el bachillerato el tiempo de la religión será mayor que el que tenía hasta ahora. Y también su valor, porque sus calificaciones tendrán efectos académicos en esas etapas.

La LOMCE modifica el artículo 24 de la LOE estableciendo la materia de religión y la de valores éticos en el bloque de asignaturas específicas de la ESO. Todos los alumnos cursarán una o la otra. O incluso las dos ya que los centros docentes podrán ofrecerlas también con las demás materias elegibles de ese bloque. Ello implica que el número de horas de la materia de religión deberá ser el mismo que el de la Tecnología, la Segunda Lengua Extranjera, la Música, la Cultura Clásica o la Educación Plástica Visual y Audiovisual. Por tanto, el tiempo dedicado a la religión aumentará sensiblemente. A no ser que a esas materias se les asigne solo una hora semanal, que es lo que ahora tiene la religión en la mayor parte de los cursos de la ESO.

Pero donde es más radical el cambio para la religión es en bachillerato. A diferencia de la LOMCE, la LOE dejó su regulación para el desarrollo reglamentario y el Real Decreto 1467/2007 asigna 70 horas más para quienes voluntariamente decidan cursar enseñanzas de religión en bachillerato, sin que ello comporte ninguna obligación para los demás según establece su anexo 2. Sin embargo, como señalé en otro artículo (Fetichismo del concordato, -Escuela, 3/11/2011-), algunos centros, más papistas que el papa, vienen practicando desde 2008 una suerte de retención escolar de los alumnos que no desean cursarlas.